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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: novembre, 2025

El aquelarre de la derecha.

El Partido Popular ha decidido convertir la política española en el teatro del absurdo, donde la realidad se disfraza de victimismo. La condena al fiscal general se presenta como un triunfo, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, es elevada al rango de mártir, “perseguida por los poderes del Estado”. El relato es claro: cualquier exigencia institucional, cualquier control, cualquier requerimiento administrativo se convierte en una conspiración contra la derecha.  La paradoja roza lo grotesco. La Agencia Tributaria, garante de que todos contribuyamos al sostenimiento de lo común, se convierte en otro enemigo más al dictado de los "oscuros poderes". Si pide documentación, si detecta irregularidades, si abre una paralela, no es porque cumpla su función, sino porque conspira contra el libertinaje de los poderosos. El ciudadano corriente, debería saber que Hacienda no pregunta por ideologías sino por ingresos, por lo que igualmente, deberia observar con estupor cómo se pre...

El verdadero fin de la historia.

 El “fin de la historia” fue proclamado con solemnidad en los años noventa. Daniel Bell primero, y Francis Fukuyama después, teorizaron que la caída de la Unión Soviética significaba la victoria definitiva del liberalismo frente a cualquier otro “experimento” político. Pero lo que realmente se celebraba no era tanto el triunfo de la democracia liberal como el entierro de otra historia: la del movimiento obrero. La derecha siempre ha tenido un objetivo claro: anula la conciencia de la clase trabajadora, arrancarla de su propia condición, convencerla de que ya no es obrera sino consumidora, emprendedora, “clase media aspiracional”. La estrategia ha sido hábil: sustituir la conciencia de clase por la ilusión del consumo. Un coche financiado, un iPhone a plazos, unas vacaciones low cost… limosnas que disfrazan desigualdades estructurales. El trabajador puede acceder a bienes antes reservados a las élites, pero sigue sin poder decidir sobre su tiempo, su salario, su seguridad vital. ...

La hegemonía del sentido común: Gramsci tenía razón.

 En tiempos de análisis apresurados sobre la “derechización” de la sociedad, conviene detenerse y recuperar un concepto que ilumina más que cualquier encuesta: la hegemonía. Antonio Gramsci lo formuló con precisión: el poder no se sostiene solo por la coerción, sino por la capacidad de imponer una visión del mundo como sentido común. El capitalismo, en su versión neoliberal, ha logrado universalizar sus intereses y presentarlos como si fueran el interés general. El resultado es palpable: generaciones jóvenes que, en nombre de la rebeldía, se desligan de los logros sociales conquistados por sus mayores (sanidad pública, educación universal, derechos laborales) y se autoproclaman “antisistema” mientras reproducen, sin saberlo, la lógica del sistema. Aquí la ironía se vuelve amarga: lo que parece contestación es, en realidad, confirmación. Carlo Cipolla definió al “estúpido” como aquel que causa daño a otros y a sí mismo. La etiqueta puede sonar dura, pero describe con exactitud l...

Golpes blandos, sentencias duras.

 La democracia española ha cruzado un umbral inquietante. El 20 de noviembre de 2025 (fecha cargada de memoria franquista) el Tribunal Supremo ha condenado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos en el caso del correo del abogado del novio de Ayuso. La sentencia, emitida con una rapidez insólita y con votos particulares, se apoya en una acusación que nació de un bulo impulsado por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta madrileña. El fiscal no filtró: intentó desmontar una operación política. Pero el Supremo decidió castigarle. ¿Alguien lo dudaba?. Ziblatt y Levitsky (politólogos norteamericanos) ya lo advirtieron en Cómo mueren las democracias : los golpes de Estado ya no se perpetran con tanques, sino con togas. Se ejecutan desde dentro, por actores que erosionan la legitimidad del gobierno usando las herramientas del Estado para fines partidistas. En España, una parte del poder judicial ha asumido como propia la cruzada d...

La democracia no se hereda: se defiende.

Cuarenta años de dictadura franquista dejaron cicatrices profundas en la sociedad española. No solo fueron cárceles, fusilamientos y exilios: fue también un aparato propagandístico que moldeó conciencias y que, tras la transición, nunca se desmontó del todo. La democracia llegó, sí, pero llegó con un pacto de silencio que convirtió la memoria en un terreno baldío. Y ese vacío lo ha llenado la extrema derecha con revisionismo, negacionismo y mentiras.   El problema no es solo la derecha que manipula, sino la izquierda que calla. Durante décadas, los partidos progresistas y de izquierdas han preferido correr un velo sobre el régimen criminal, como si hablar de Franco fuese realmente eso que tanto gusta a la derecha:  abrir heridas en lugar de cerrarlas. Esa actitud timorata ha debilitado la pedagogía democrática y ha dejado a la ciudadanía desarmada frente a los discursos reaccionarios. Ciudadanía que, por otro lado, tampoco se ha ocupado ni preocupado demasiado en formarse...

Entre la norma y la disonancia: reflexiones sobre la práctica política desde la ciencia política.

 Uno de los lugares comunes más persistentes en torno al estudio de la ciencia política es la confusión entre el análisis del poder y su ejercicio práctico. No es raro que, al mencionar que se estudia ciencia política, la reacción inmediata sea: “¿Para meterte a político?”. Esta asociación revela no solo una comprensión limitada de la disciplina, sino también una tendencia a reducir el conocimiento político a la acción partidista. Sin embargo, la ciencia política, como campo de estudio, se sitúa en una posición crítica frente a la política institucional: la observa, la disecciona, la interroga, y en no pocas ocasiones, la incomoda, siempre que se mantenga una coherencia y dignidad intelectual. Esta distancia epistemológica entre el ser y el deber ser ,entre lo que ocurre y lo que debería ocurrir, es una de las tensiones más fértiles pero a la vez complejas del análisis político. Quienes nos adentramos en esta disciplina, incluso desde una motivación no profesional sino vocacional...

Marx no tenía una bola de crista

  Me vais a permitir un ejercicio de narcisismo ideológico hablándoos de uno de los temas que más me han interesado desde que, por lo que sea, se encendió la luz de mi conciencia y empecé a ver mi entorno desde otro punto de vista: descubrir a Marx. Karl Marx no fue profeta. No tenía una bola de cristal, ni una fórmula mágica para el futuro. Lo que sí tuvo fue una gran capacidad analítica para diseccionar el capitalismo industrial de su tiempo. Y aunque algunas de sus predicciones se han demostrado erróneas, muchas de sus categorías siguen siendo imprescindibles para entender el presente. Eso sí: si queremos entenderlo más allá de los tuits, los memes y las proclamas que conforman el ideario de una sociedad que ha derivado hacia la necedad. Su idea del colapso inevitable del capitalismo y la revolución como única vía de emancipación no se ha cumplido. El capitalismo ha mutado, se ha globalizado, ha incorporado mecanismos de amortiguación y ha sobrevivido a crisis que en otro ti...

La deriva autoritaria de la derecha en España: del bienio negro a la actualidad.

 La historia política de España está marcada por tensiones entre proyectos democráticos y autoritarios. La derecha española, en particular, ha atravesado transformaciones significativas, pero también ha mostrado una notable continuidad ideológica en ciertos aspectos. En este texto me gustaría plantear una lectura crítica de esa evolución, desde el bienio negro hasta el presente, con especial atención a los momentos en que la derecha ha adoptado o reforzado posturas autoritarias, como en mi opinión, sucede en la actualidad. Tras las elecciones de 1933, la coalición de derechas liderada por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) accedió al poder. Aunque inicialmente excluida del gobierno, la CEDA apoyó al gabinete de Alejandro Lerroux, y sus ministros acabaron ocupando carteras clave. Este período se caracterizó por la represión de movimientos obreros, la reversión de reformas agrarias y educativas, y una creciente confrontación con la izquierda. La insurrección de...

Podemos frente al espejo: una crítica a la estrategia del colapso.

 La izquierda española, en su versión más radical, parece haber olvidado las lecciones más elementales de la historia del movimiento obrero. En su artículo “Esperando a Dimitrov” publicado en El País , Ignacio Sánchez-Cuenca lanza una advertencia que debería resonar en los pasillos de Podemos: la crítica feroz al Gobierno progresista en un momento de amenaza real por parte de la extrema derecha no es valentía revolucionaria, sino irresponsabilidad política. Y conste que no se trata de renunciar a nada, sino de modular racionalmente las posiciones, desde la soberanía de cada organización y, por supuesto, manteniendo una discrepancia que, sin duda, enriquece el debate. Para los que no leyeron el artículo del profesor Sánchez-Cuenca o no conocen el porqué la referencia a Dimitrov, un apunte. Durante el VII Congreso de la Internacional Comunista en 1935, Georgi Dimitrov propuso abandonar la estrategia sectaria del “clase contra clase” que había dominado el VI Congreso. En lugar de...

EL MURO DE JUNTS.

  La ruptura de Juns del acuerdo de investidura no es solo una escaramuza parlamentaria: s la certificación de una estrategia de sabotaje institucional que convierte el Congreso en un erial donde cada iniciativa gubernamental está condenada al naufragio. El anuncio explícito de bloquear todas las leyes, sin matices ni excepciones, revela una deriva que ya no responde a la defensa de intereses catalanes, sino al cálculo electoral más cínico y destructivo. Juns, antaño representante de una derecha pactista (Convergencia i Unió) y pragmática, ha mutado en una formación ensimismada, presa del pánico ante el ascenso de los neofascistas de Aliança Catalana. Su obsesión por no parecer “blandos” frente a la izquierda ha desembocado en una política de tierra quemada que perjudica tanto a Catalunya como al conjunto del Estado. Ya no se trata de negociar mejoras para su territorio, sino de evitar cualquier gesto que pueda ser interpretado como colaboración con el gobierno. El resultado: p...

MAZÓN DIMITE.

 La dimisión, en diferido ( como acostumbra la derecha), de Carlos Mazón como president de la Generalitat Valenciana, anunciada en una comparecencia institucional marcada por el victimismo y la tergiversación, no es un acto de responsabilidad política: es el desenlace inevitable de una gestión marcada por la ocultación, el desprecio a los datos oficiales y la manipulación del dolor colectivo. Un año después de la DANA que dejó más de 200 muertos, Mazón se despide sin asumir ni una sola de sus mentiras, sin reconocer el trabajo de la Confederación Hidrográfica, de Protección Civil, ni del propio Gobierno de España, que estuvo (como demuestran los informes y cronologías oficiales) al servicio de la Comunidad Valenciana desde el primer minuto. También decir que la dimisión de Mazón como president, pero no como diputado, no es un gesto de responsabilidad: es una maniobra de blindaje. Al conservar su escaño, preserva el aforamiento que le permite esquivar la justicia ordinaria, aferrá...