APRENDER A ENTENDERSE
El final de un mandato es el momento propicio para exigir responsabilidades o atribuirlas (si son en positivo), pero también para sacar conclusiones de cara al futuro inmediato. De lo contrario, se pueden repetir actitudes que, a la vista de una valoración eminentemente cualitativa, no han propiciado la solidez necesaria en un gobierno multipartido apoyado por el 48,7% de los electores. La primera conclusión, como ya he mantenido en diferentes ocasiones, es la confusión entre legitimidad ( de origen y proceso) con legalidad: las atribuciones que la ley da a un cargo no suponen una legitimidad mayor o menor. En mi opinión, se ha producido, a causa de una hiper personalización de la acción política, una superposición donde el estatus adquirido a través de una legitimidad delegada se ha impuesto “gracias” a la legalidad. De la primera reflexión, la primera conclusió: la legitimidad de cada actor político debe prevalecer y, en su caso, ser complemetaria a través de un ejercicio perm...