MIRAR ARRIBA...Y TAMBIÉN ABAJO.

  El acuerdo entre el gobierno y los agentes sociales, incluida la C.O.E creo que es, de momento, uno de los mayores logros del gobierno de coalición. Pero al acuerdo le salen estrías y se llena de aristas cuando los partidos políticos, prisioneros de ese legítimo objetivo que es influir o en su caso, lograr más poder, no bajan la mirada a la realidad en la que vivimos.

El actual marco laboral fue fruto de la imposición de la mayoría en un ejercicio, en mi opinión, profundamente antidemocrático, aunque legal. Antidemocrático porque una de las reglas básicas de una democracia de calidad es la inclusión de las minorías, y el decreto ley aprobado en solitario por la mayoría de derechas del momento, carecía de la más básica de las premisas de una democracia desarrollada al imponerse únicamente con la "fuerza" de la mayoría.

Los partidos políticos están ahora mirando hacia arriba sin mirar de donde venimos. Las posiciones maximalistas que pueden hacer caer el acuerdo profundizan en una polarización que nos puede llevar a un bloqueo institucional grave. Pero no solo de la derecha, instalada en un negacionismo perpetuo, sino de esa izquierda que personalmente consideraba que había aprendido, que se había ubicado en el contexto de una democracia parlamentaria, más allá de la soflamas y la intransigencia.  «No nos convirtamos en los líderes de una nueva intolerancia», escribió Proudhon a Marx en 1846. Y parece que esa izquierda que parecía haber llegado a conclusiones positivas respecto a la necesidad del pragmatismo y el posibilismo, vuelve a renunciar, en beneficio no sé bien de qué.

Que la derecha, tácticamente, mantenga posiciones irreconciliables , tanto con las instituciones como con la misma esencia de la democracia, tendrá que explicarlo y muy bien a un electorado que en definitiva lo que quiere en su mayoría es progresar, al margen de las filas y fobias políticas o ideológicas. Pero me cuesta entender que la izquierda, antes aparentemente vigilante del dogma, haya vuelto a negar la mayor: los acuerdos, cuanto más amplios, más recorrido tienen. ¿Es tan difícil de entender?. Pues parece que si, aunque espero que no.

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