LA ENCUESTA COMO “ÚNICO” ARGUMENTO.

Hace unos días leíamos en los medios de comunicación la elaboración de una encuesta para “conocer las necesidades de formación profesional”. El estudio “da prioridad a la opinión de los destinatarios últimos de esos estudios, los jóvenes, por lo que se ha decidido realizar entre 450 y 500 entrevistas a residentes, de cuyos resultados emanará una propuesta formal a la Generalitat, responsable de la implantación de esos ciclos formativos. En 2020, desde la Concejalía de Juventud se lanzó igualmente la noticia de que desde ése departamento se iban a realizar una serie de encuestas para conocer “inquietudes, gustos y propuestas” que iban a servir de “líneas estratégicas” para elaborar un plan de juventud. También desde Alcaldía, se lanzó en 2020 un sondeo para conocer la opinión ciudadana sobre el uso de edificios municipales. Parece que se ha instalado en el gobierno municipal la moda de realizar encuestas, acompañadas de anuncios sobre los objetivos políticos, en función de la opinión de la gente.

Creo que el objetivo es doble. Por un lado utilizar el anuncio como marketing publicitario sobre la acción del gobierno para “insertar” en la opinión ciudadana la impresión de actividad política. Por otro, y en el caso de que los sondeos sirviesen para algo más que como argumento publicitario, elaborar actuaciones en función de la opinión recogida, tiene un significado: no existe un plan, un programa o un proyecto de gobierno. No existe una visión global (como partido político) sobre qué municipio se quiere, más allá de los tirones y retrocesos de los eventos que se realizan.

El paradigma “hacer lo que quiere la gente” es un recurso de los partidos políticos que no tienen una visión global del ámbito que quieren gobernar, amen de una huida hacia delante en la línea del populismo que se ha instalado en la política “gracias” a algunos de los nuevos actores que han surgido en el escenario político. Si siguiésemos solo ese argumento ( “lo que quiere la gente”) bastaría con un estudio de opinión pública para elaborar un programa político, aunque lo cierto es que no respondería a un programa de gobierno al carecer (insisto) de una visión global.

Las razones que en mi opinión existen para no entender la política como la simple opinión de la ciudadanía son, en primer lugar que no existe una única voluntad. La ciudadanía tiene una expresión “cacofónica” donde los diferentes grupos o sectores dicen cosas distintas e incluso contradictorias. No se puede hablar de la voluntad como un todo, porque la opinión es cambiante: las opiniones coyunturales sufren modificaciones.

Quede claro que no quiero decir que el ideal democrático consista en actuar de espaldas a la ciudadanía, pero entre que la opinión pública sea el único argumento y alejarse de ésta, se encuentra la necesaria elaboración de programas políticos que contengan una idea de pueblo coherente con los principios y valores que defienden los diferentes partidos políticos.

Por último, decir que, las encuestas claro que son útiles para conocer la opinión, aunque no son, ni pueden ser un instrumento excluyente ( por supuesto) de otras herramientas de recogida de información y de participación. Ni se puede limitar la participación ciudadana a la recogida puntual de opiniones, ni éstas ser el eje de las políticas públicas a implementar por un gobierno.

Sobre la elaboración de una propuesta en materia de formación profesional, o un plan de juventud, simplemente decir que creo que lo exigible es una propuesta política, y lo deseable, que ésta propuesta sea debatida por la sociedad; concretada desde los órganos de participación ( en concreto sobre educación, la existencia de un órgano como el Consejo Escolar Municipal, podría ser un órgano de dialogo interesante) y acordada su implementación con la máxima participación de la totalidad de actores políticos y sociales (implicar en los planes de actuación a actores privados empresas, colectivos profesionales, etc) para asegurar su continuidad, al margen de quien gobierne el Ayuntamiento al tratarse de una cuestión de claro interés colectivo. Igualmente creo que se debería implicar en los planes de actuación a diferentes departamentos municipales (empleo, comercio, bienestar social, etc) por formar estos parte de una necesaria estrategia transversal al no tratarse de asuntos autónomos e inconexos sino parte de la vida colectiva en nuestro municipio.

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