¿Y AHORA, QUÉ?
Lo que se preveía (y quizá se esperaba), ha sucedido: ACUAMED exige al Ayuntamiento de El Campello el cumplimiento de su parte, acordada en el convenio establecido en 2006. Nuestros representantes han sido incapaces de llegar a un acuerdo que, en lo posible, amortiguase el impacto del pago de nuestras obligaciones, ya sea directamente o repercutiéndolo en los usuarios. ¿Responsables?, nadie, por supuesto.
El Alcalde ya dijo lo que creyó que tenía que decir, más en un tono mitinero que como máximo responsable de la administración municipal (política y administrativamente, no olvidemos). En una opinión publicada el 29 de marzo en Diario Club Periódico de Alicante dejó bien clara su estrategia: exigir responsabilidades a los demás. A parte de mucha retórica (sobre las excelencias del irracional e insostenible medioambietalmente plan hidrológico del PP, sobre la herencia y la responsabilidad, etc) lo que plantea es una visión sesgada y, por lo tanto partidista de una cuestión que es de interés municipal. Ahora ( no así en 2006 como Concejal de Hacienda) señala a los “ministerios socialistas” como co-responsables de la situación (en 2006 decía que “el convenio con Acuamed tiene como fin garantizar caudales a El Campello). Y cuando la entidad dependiente del ministerio de Transición Ecológica (del gobierno de España, sin necesidad de adjetivos) exige el cumplimiento de los compromisos firmados, el Alcalde, en lugar de intentar llegar a un acuerdo; en lugar de buscar alternativas para amortiguar el impacto económico ( ya en las arcas municipales o en los bolsillos de la ciudadanía), “lanza” a la oposición (principalmente contra su socio de gobierno) un órdago con claras objetivos partidistas.
El asunto “estalla” sin que se hayan dado (al menos públicamente) alternativas técnicas a lo que, por otro lado, considero de obligado cumplimiento. ¿Porqué?. Pues porque los acuerdos vinculan y obligan, y argumentos como los que esgrime Ciudadanos no son serios ni responsables, sino igualmente partidistas (¿que Ciudadanos no existía en 2006?, ¿esa razón exime a cualquier grupo o gobierno de cumplir con las obligaciones de acuerdos y convenios?). La adenda que presentó la oposición debería haber contado con un amplio estudio técnico y un proceso de negociación con la participación de los grupos políticos municipales, o como mínimo, su socio de gobierno (Ciudadanos) y el Grupo Socialista, que fue el único grupo que apoyó el convenio en 2006 (hubieron otros grupos, pero sin legitimidad al ser “no adscritos”). Pero no fue así: había que señalar culpables.
La situación es más problemática de lo que pudiera parecer, pues a parte de la exigencia económica, existe una seria advertencia sobre los caudales provenientes de los sobre explotados pozos del Vinalopó. Entonces, ¿dónde buscamos responsabilidades?.
En la visita que los miembros de la corporación realizaron en el mes de enero de 2020, seguro que “todos” conocían los pormenores de los compromisos asumidos como institución. Y las explicaciones y aclaraciones que en esa “instructiva” visita ( el adjetivo no es mío: así aparecía en la noticia publicada). Seguro que se preguntó por los plazos y las cantidades así como por las alternativas que pudieran darse para que la ciudadanía no viese incrementado el recibo de suministro de forma importante. Y si todo fue así, ¿porqué no se presentó ninguna iniciativa hasta que el asunto estalla?.
Las tácticas políticas deben tener un fundamento, unos argumentos que las sustenten más allá de los intereses partidistas, máxime si se tiene representación municipal o en su caso, se quiere ser alternativa de gobierno. Posicionarse en contra de obligaciones institucionales o utilizarlas para arrinconar a los adversarios a través de una estrategia con claro sesgo partidista no creo que sea defender los intereses generales, que no olvidemos, es la premisa básica de un gobierno municipal más allá de desarrollar un programa de actuación concreto.
Para finalizar, simplemente una reflexión sobre la posición de uno de los grupos que sí apoyó en 2006 el convenio ( y no solo porque existía y existe en la actualidad). En política, además de seguir las corrientes que uno cree que pueden beneficiarle( porque aparentemente desgasta al gobierno), está la responsabilidad y la coherencia, y en éste caso, el Grupo Socialista simplemente ha seguido la línea marcada por el PP: ha reaccionado a la contra de un ataque que tendría que haber tenido como respuesta una posición responsable con los intereses de la institución, que en definitiva son los de todos y todas.
Creo que se deben buscar soluciones, pues la posición de negación, sin más, nos aboca a un escenario judicial, y esa experiencia no ha sido nada positiva para El Campello ( parking Els Furs, Parque Central, Centro comercial, informe sin respaldo presupuestario, etc). Quizá a algún partido le sirva para buscar culpables, pero a la institución municipal ( a todos y todas), no.
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