¿TUVIMOS 15M EN EL CAMPELLO?
El 15 de mayo se conmemora el décimo aniversario de las masivas movilizaciones promovidas por el movimiento 15M. Pero, ¿En El Campello tuvimos 15M?.
Más allá de datos más o menos especulativos sobre el seguimiento de éste movimiento de protesta en nuestro municipio, me interesan sus efectos ( municipales y estatales) en la política local pues, ¿el objetivo de éste movimiento no era reformar, o transformar la política?, ¿hemos sufrido algún cambio significativo en El campello fruto de aquel movimiento de movilización ciudadana?.
En 2011 los efectos no se notaron en ningún lugar porque el movimiento no se había concretado en una opción electoral. Los partidos “viejos” siguen aglutinando el voto: en el mes de mayo se celebran elecciones municipales ( PP: 41,7 y PSOE: 25,3 , o lo que es lo mismo, el 67% del voto total) y en noviembre, Generales (PP: 54,7% y PSOE: 23,8, lo que suma un 78,5%). Es en las elecciones Europeas de 2014 donde la influencia de los partidos nacidos al albur del 15M ( no sólo en la izquierda) se empieza a notar. Podemos obtiene en esos comicios el 10%, siendo la tercera fuerza política más votada. Otro de los actores relevantes en éste “nuevo” contexto es Ciudadanos, que obtiene el 4,5% (la extrema derecha sólo obtiene el 2%).
La irrupción de Podemos, como alternativa electoral investida como heredera del movimiento 15M afecta, principalmente al PSOE, que baja del 20%. La derecha, que en los últimos comicios estatales había sobrepasado el 50%, baja del 30%, otro hecho relevante para lo que sería la redefinición de la arena política municipal años después.
En 2015, la tradicional fragmentación del voto local, sufre un vuelco hacia la izquierda, eso si, apoyados en un partido local.
P.P |
28%* |
|---|---|
P.S.O.E |
14,7%* |
C's |
13,4%* |
COMPROMÍS |
12,2%* |
EUPV |
8,1%* |
PDC |
7,7%* |
CENTRO MODERADO |
6,0%* |
RED |
4,8% |
(*) Obtienen representación. Fuente: http://www.infoelectoral.mir.es/
El PP se “mantiene” en su barrera del 28%, surgiendo Ciudadanos con fuerza, gracias a la trasferencia de voto tanto de PP como de PSOE. Pero el “vuelco” se debió, no a los “nuevos” (que únicamente fraccionaron más el voto, principalmente restándoselo al PSOE), sino al papel que jugó el partido local de El Campello Demócrates.
El paupérrimo resultado del PSOE ( por debajo del 15%) es “compensado” con la irrupción de Podemos ( con su marca blanca: PDC) y la subida de Esquerra Unida. Gracias a ésto y a la participación del partido local Democrates, se conforma un gobierno de coalición que, singularmente no es encabezado por el partido más votado de entre los coaligados, sino por el segundo, o el cuarto en número de votos locales, si así se prefiere. El papel de los “nuevos” en el arrinconamiento del PSOE y el sorprendente lanzamiento de un Alcalde nacionalista debilitan de entrada a un gobierno que no cuenta entre sus miembros ( hasta 2016) con los representantes socialistas. La salida de los dos representantes de Esquerra Unida debilitan definitivamente un gobierno que, gracias a los anclajes ideológicos representados en el Pleno municipal ( y las incompatibilidades inherentes a éstos) aguanta hasta final del mandato.
En 2019 las tornas vuelven a cambiar. La diferencia estriba en que el papel del partido local ( en éste caso Red) no es determinante, como sí lo es la extrema derecha que entra en la corporación con un 7%. El gobierno cambia de signo con una nueva coalición, ésta vez liderada por el PP (29,1%) y con Ciudadanos (12,5%) de único socio de gobierno. La extrema derecha, pese a formar parte de la Junta de Gobierno, no asume competencias delegadas, asegurando el voto únicamente a través de una situación privilegiada a nivel interno y organizativo ( mayor salario y la asignación de un asesor para el grupo).
La conclusión es que el movimiento 15M en nuestro municipio, como en otros muchos, ha tenido un pico (2015) y una curva (2019) donde las posibilidades de un cambio sustancial, al menos en cuanto a calidad democrática, ha tenido un retroceso auspiciado, tanto por un PSOE que no remonta sus endémicas crisis, como por una vuelta a la “normalidad” del voto de Esquerra Unida y un Podem rozando el 5%.
El viaje ha sido de ida y vuelta, aunque todos los augurios apuntan a que el voto seguirá fraccionado y para formar gobierno serán necesarios varios actores políticos. Lo deseable es que tras dos experiencias coalicionales ( una más inestable que la otra, pero ambas marcadas por la improvisación) la “tercera” sea fruto del aprendizaje y, por consiguiente, suponga un verdadero cambio de paradigma en unos actores locales acostumbrados a un gobierno presidencialista en un contexto de gran pluralidad política, por otro lado, expresión de la igual pluralidad social de nuestro municipio.
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