EL ULTIMO CARTUCHO.
Parece claro que Ciudadanos, o más concretamente, su portavoz municipal Julio Oca no va a presentar su dimisión. ¿Porqué debería hacerlo si la cuestión que ha provocado el enfrentamiento con su socio de gobierno no figura en ningún acuerdo de gobierno?. Esta podría ser la pregunta, pero la respuesta es mucho más sencilla: porque todavía es pronto para marcharse.
Como bien dice en declaraciones a los medios de comunicación , la responsabilidad última sobre los miembros del gobierno recae en el Alcalde, y es preferible ( en mi opinión) que la cuerda se siga tensando a romperla unilateralmente.
Tras las elecciones de la Comunidad de Madrid, las fuerzas que todavía le queden al partido "naranja" se habrán puesto sobre la mesa. Si Ciudadanos aguanta el tirón y vuelve a ser decisivo para la formación de gobierno supondrá una bocanada de aire para un partido, hoy, demoscopicamente en la uvi. Pero no solo en Madrid, sino en el resto del Estado.
Y en Ciudadanos de El Campello, (que se han posicionado inequívocamente con las posiciones de Inés Arrimadas) esperan esa bocanada de aire aguantando el tirón en el agrietado gobierno de El Campello.
Como decía, es demasiado pronto para perder el altavoz que supone firmar las noticias como "Concejal del área de...., acompañado por el logo de Ciudadanos. De ahí, que su decisión sea que la cuerda se siga tensando para que, en su caso, sea el PP el que les retire las competencias en una arriesgada operación donde, además de quedarse en minoría, se expondría a una hipotética moción, o de confianza o incluso (aunque igualmente improbable) de censura.
Para el PP y para su líder es igualmente productiva una situación en la que aparecen como la víctima y a la vez el solucionador de embrollos (creados por Ciudadanos, claro). Si a última hora Ciudadanos se marchase o fuese expulsado del gobierno, además de haber reducido los margenes de maniobra, la imagen que podría haber ido consolidando es esa: la de víctima. De ahí a pedir a los votantes de ese eufemistico centro, a aglutinar el voto en el PP ,no hay nada y el camino lo abrió el señor García Egea con lo de la "casa común".
En definitiva, a Ciudadanos le interesa mantenerse en el poder como sea, incluso a costa de desaires y menosprecios, y al PP aparecer como la víctima de un partido en descomposición. De la extrema derecha ni hablamos porque con toda seguridad será víctima propiciatoria del PP, con el mayor de los agrados por los beneficios obtenidos a través de su figura de "gato chino".
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