REFLEXIONES SOBRE EL VOTO MUNICIPAL (1)

Pese a la impresión, casi instrumental, de que la democracia municipal es “solo” la elección de una dirección “administrativa”; de unos gestores temporales, no se puede obviar el componente político que las elecciones municipales tienen, como parte fundamental de nuestro sistema democrático. 

En la gran mayoría de países , las elecciones municipales tienen un marcado carácter nacional, pero ésta teoría está siendo cuestionada desde diversos estudios que han puesto de manifiesto las  diferencias que ese escenario político de segundo orden viene experimentando . Se constatan  cambios en el comportamiento de los votantes como consecuencia de la mayor influencia que, en términos políticos, adquieren instituciones de segundo orden como los Ayuntamiento. Y desde éste enfoque, el análisis de las elecciones locales conjugan dos dimensiones: la nacional y la local, entendida ésta como el comportamiento desigual de la ciudadanía local en función de su ubicación urbana, al menos en municipios de mediano tamaño como es el nuestro.

No estamos formalmente en período electoral pero es inevitable observar el comportamiento de los diferentes actores en ésta clave. De ahí mi interés personal y académico sobre el estudio del comportamiento electoral, fundamentalmente, en el ámbito municipal, que afortunadamente conozco de forma directa ( como cargo electo) e indirecta (como ciudadano y como apasionado por el análisis de los fenómenos locales, principalmente la democracia y el sistema de partidos municipal)

El estudio polítológico adolece de la necesaria mirada micro sobre una parte de las administraciones democráticas de gran relevancia, como es el ámbito municipal. Comparto la reflexión de Irene Delgado (profesora de Ciencia Política de la UNED y autora de una obra de referencia en el análisis electoral local: Comportamiento electoral en España 1979-1995): “el análisis del comportamiento electoral municipal es una fuente de información valiosa para el estudio de la vida política” porque, en definitiva “las elecciones locales son un reflejo de la diversidad política municipal”.

Es una evidencia empírica, que el voto local tiene diversos componentes prospectivos (producir representación, gobierno, legitimidad...), siendo el contexto político estatal un condicionante, máxime cuando se produce coincidencia temporal de los procesos electorales.

Veamos en primer lugar la “importancia” que la ciudadanía da a los distintos niveles políticos (Estatal y Muicipal) a través de la participación. Los datos que voy a exponer son únicamente los de las convocatorias coincidentes en el mismo período temporal: 2011, 2015 y 2019 ( sólo el 28A que fue previo a las elecciones municipales).

En las elecciones Generales de noviembre de 2011 la participación en El Campello fue del 72,1%, mientras que en las municipales, celebradas en el mes de mayo fue del 61,9. En diciembre de 2015 se celebraron elecciones Generales, con una participación local del 73,7, y en mayo del mismo año, la participación en las municipales fue del 62,4. Por último, en 2019 se celebraron cuatro convocatorias prácticamente consecutivas: Generales (28A): 74,3, Autonómicas ( que por primera vez se celebran al unísono de las generales): 73,4%, Europeas ( que por primera vez se celebra el mismo día que las municipales): 57,3 y municipales: 55,5.

Como puede observarse, los vecinos de El Campello (siguiendo una tónica general) dan más importancia a las elecciones Generales que a las locales. Por otro lado la participación en las autonómicas de 2019 no es significativa, pues al haberse celebrado desde 1987 el mismo día que las municipales, han compartido el “interés” por la participación con las elecciones municipales, excepto en la convocatoria  conjunta con las generales en 2019, cuestión que “perturba” cualquier comparación, al menos en el ciclo de referencia.

La cuestión de las elecciones de primer y segundo grado ( incluso de tercero, como podrían ser las Europeas) en nuestro municipio es una evidencia que diversos autores ya ha señalado refiriéndose al contexto español y Europeo.  Abordar el análisis de las elecciones municipales, como afirma el profesor de la Universidad de Barcelona Jodi Capó, es como hacerlo a “dos tipos de elecciones: unas estatales, políticas por definición porque ponen en juego los grandes órganos políticos, y otras, las locales, entendidas como administrativas por el electorado, y por la derecha política ( añado yo). Igualmente, el efecto local en las elecciones municipales es más acentuado, dada la cercanía de los candidatos al electorado. Y éste efecto se concreta en una diferenciación del voto entre los colegios electorales situados en el casco urbano y lo de la periferia.

En concreto, en el estudio de las elecciones, la  ciencia política denomina elecciones de segundo orden a aquellas que cuatitativamente (medida a través de la participación) tienen una importancia secundaria para la ciudadanía. Las elecciones europeas son un ejemplo del menor orden en relevancia electoral para los ciudadanos: los electores se sienten menos atraídos a las urnas y los temas de política nacional se sobreponen al debate europeo pese a la importancia que tienen las políticas de la UE para los municipios (planes FEDER, etc).

Otro de los condicionantes relevantes es la existencia de partidos de ámbito exclusivamente local, que desde las primeras elecciones democráticas, ha jugado un papel importante ( incluida la formación de gobierno en 2015 con la participación necesaria de otro partido local).

Si estructuramos los datos de forma sectorial ( por elecciones y por colegios electorales) quizá podamos observar con mayor exactitud esa tendencia que antes apuntaba sobre el voto local: el PP obtiene en las Generales de 2019 el 19%, y en las municipales de mayo, el 29,1. El PSOE, el 25,4 en las Generales y el 16,9 en las municipales; Ciudadanos, el 20,9 en las Generales y el 12,5 en las municipales y Vox el 12,7 en las Generales frente a un 7% en las municipales ( Esquerra Unida y Podemos no aportan datos significativos para la comparación al haberse presentado en coalición en las elecciones generales). Y si la comparativa la hacemos con las elecciones de tercer orden ( que se benefician de la convocatoria conjunta con las municipales) los resultados son, en algunos casos, más significativos de ese factor local:

El PP obtiene el 24,5 en las europeas (29,1 en las locales), el PSOE el 27,8 (frente al 16,9 e las municipales, Ciudadanos el 17,3 (el 12,5 en municipales. En el caso de vox la diferencia es poco significativa ese día, en el de Compromis la diferencia viene marcada por el carácter de éste partido como organización eminentemente autonómica y local y de Esquerra Unida y Podemos, que acudieron en coalición en las Europeas pero por separado en las municipales.

En un siguiente texto, plantearé un análisis comparativo más pormenorizado centrado en dos cuestiones: la asimetría del voto local en función de la ubicación de las mesas y la formación de gobiernos municipales en minoría y en coalición, como efecto más relevante de las elecciones municipales.