EL LIMITE DE LA UNANIMIDAD ESTA EN EL INTERÉS.
¿Que
está haciendo nuestro Ayuntamieto para paliar, en lo posible los
efectos socioeconómicos provocados por la crisis sanitaria en la que
seguimos inmersos?.
A
finales de abril, la corporación al completo apoyó una moción
presentada por los partidos de la oposición municipal en la que
planteaban, entre otras cosas, una modificación presupuestaria con
ajuste de partidas para destinarlas a un plan de ayuda a la
ciudadanía y al comercio local. Una Días después, el gobierno de
coalición (insisto, mal llamado equipo de gobierno al estar
compuesto por dos partidos diferentes) publica su intención de
elaborar u plan extraordinario de impulso social y económico con
ayudas directas e indirectas a ciudadanos, autónomos y comercios.
Estando,
aparentemente ambas noticias unidas por un objetivo, la diferencia
estriba en que, aparentemente, el consenso logrado por la corporación
se transforma, no en un acuerdo efectivo, sino en un plan diseñado
por el gobierno de coalición. Pudieran parecer complementarias
incluso, pero la diferencia estriba en que la declaración
institucional realizada, en la que se ponía en valor la unidad en
torno a un objetivo, sin que prevaleciesen siglas partidarias, es
aprovechado por el gobierno para liderar en solitario un programa de
ayudas, del cual sólo hemos conocido el montante económico.
Al
ser ésta una política pública de emergencia, la necesidad es
conocer realmente los datos de ésta emergencia. Evidentemente, de
antemano era complicado conocer cuantas empresas, autónomos o
familias iban a solicitar acogerse a las ayudas pero, a posteriori,
si que hubiera sido interesante conocer las cifras del impacto
directo que éstas estaban teniendo en la población objetivo.
Igualmente, los datos de desempleo ( en los que no figuran los
trabajadores y trabajadoras incluidos en Ertes) son otro indicador
sobre la necesidad municipal de actuar. Y esos datos, a mes de junio,
indicaban un incremento de más de cuatro puntos en el número de
desocupados.
Otra
de las reivindicaciones unánimes de la corporación ha sido la
petición al gobierno para utilizar el superavit para inversiones
relacionadas con la crisis sanitaria pero, ¿y si el gobierno
accediese? (la propuesta del gobierno, absolutamente extemporánea de
ceder una parte, no merece comentario alguno), ¿está nuestra
administración local preparada para emprender un plan de choque con
eficacia?. Y aquí se abre otro debate: la reforma de nuestra
administración, o si se quiere, la adaptación y reorganización de
la estructura administrativa, un reto que durante este mandato no
debería obviarse.
En
definitiva, nuestro Ayuntamiento ha dado muestras de que en los
momentos duros la unanimidad es posible. Pero también se han podido
ver muestras de que esa unanimidad ha sido aprovechada para intentar
liderar una situación que trasciende al actual gobierno de coalición
que, por más que se esfuerce en su estrategia de comunicación,
precisa la cooperación de todos los grupos porque, los objetivos no
son sólo del gobierno, sino de todo el espectro político municipal
que representa a toda la ciudadanía, algo que el gobierno de
coalición no parece querer asumir de buen grado.
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