Mociones y emociones



La moción es un instrumento para instar al gobierno ( en este caso de coalición bipartito) que tiene sólo el valor que el compromiso de quien gobierna conceda a la representación, igualmente legítima ( que la suya) del pleno municipal. 
Hemos asistido a todo tipo de mociones con todo tipo de contenido, y aunque muchas de ellas ( la gran mayoría) siguen en el cajón del Alcalde, si han servido para visualizar la escala de valores y los compromisos políticos de cada cual. 
Habitualmente nos encontramos con mociones que apelan a cuestiones ideológicas e incluso morales, porque todavía no he visto ( al menos yo) una moción que propusiese la creación de una comisión especial para investigar el indecente chorreo de fondos públicos para el pago de obras que, aunque no iban a costar nada al erario público, finalmente han sido millones que se han detraido de políticas públicas y programas para hacer frente a la sucesión de sentencias. Y, partiendo de la premisa ( perversa donde las haya) de que esos fondos debían ir a mejorar la vida de la gente; partiendo de que eran obras donde las arcas municipales no deberían haber soltado ni un céntimo, creo que lo democráticamente saludable es, como mínimo, dar explicaciones, rendir cuentas: crear una comisión especial para investigar y, en su caso, exigir las responsabilidades políticas o técnicas.
El argumento de los 180° es un insulto a la inteligencia: que lo que serán pagando son obras hechas? Hay que tener muy poca vergüenza política para retorcer una situación con el objetivo de salirse, o por la tangente o a lo peor, de rositas. Ahí está la hemeroteca, y las declaraciones vendiendo las excencias de una gestión que finalmente han hurtado a los campelleros y campelleras bienestar. Aceptar o acatar las sentencias y abonar la sanción no quita que la responsabilidad política siga existiendo: en los que cometieron el error y en quienes deben exigir su responsabilidad.
Y una última cosa. No me sorprende el servilismo de la extrema derecha: no puede morder la mano del amo. Pero si me sorprende que un partido que quiere abanderar la lucha contra la corrupción no exija responsabilidades ante un hecho tan grave como que salgan millones de las arcas municipales, pero para pagar sentencias. La corrupción tiene muchas caras que, aunque nos neguemos a verlas, también tienen que estar sujetas al criterio, como mínimo, del respeto a la ciudadanía y sus dineros.
Los que emocionalmente se sigan sintiendo parte de ese gran proyecto politico-personal que ha costado ya cifras millonarias, que busquen argumentos para justificar a "los suyos", pero que busquen bien, porque ese dinero tambien era suyo, y se lo han quitado para meterlo en otro bolsillo, sin preguntarles.

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Narcisismo y deslealtad política en El Campello

Como tirarse a la piscina sin saber si hay agua.

España, cortijo de señoritos: del autoritarismo cool al neoliberalismo sin alma