¿UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD?
Si, la realidad es que
la desinformación, los bulos y esas noticias falsas que recorren
como la pólvora las redes sociales, podrían ser una ventana de
oportunidad para reforzarnos como sociedad. Las opiniones sobre la
negatividad en la información están enfrentadas. En una situación
de evidente polarización, unos piensan que esas noticias negativas
son un riesgo para nuestro sistema político y, por ende, para la
convivencia social. En cambio otros mantienen que esa negatividad
informativa podría ser incluso una herramienta para fortalecernos
política y socialmente.
Los que consideran que
la desinformación, los bulos y la información negativa produce
efecto negativo en una sociedad polarizada lo fundamentan en que esto
fortalece posiciones enfrentadas y, por consiguiente, poner en
riesgo la democracia como convivencia. Pero, ¿cuales son los efectos
positivos, qué condiciones deberían darse para que fuesen
positivos?
Los atajos cognitivos
que utilizamos para informarnos forman parte de la economía de
esfuerzo, pero también de eso que se define como “homeostasis”.
La percepción selectiva se fundamenta básicamente en el principio
de homeostasis, entendida como la tendencia que tenemos a mantener un
equilibrio o coherencia mental. De ahí que cuando percibimos
mensajes contradictorios, disonantes, modificamos nuestro
comportamiento para vitar el deseguilibrio interior (un ejemplo útil
sería la información sobre lo nocivo del tabaco y lo rápido que
cambiamos de canal o dejamos de prestar atención ). Este principio,
tan humano, depende del contexto político pero también cultural. De
ahí que plantee esa ventana de oportunidad que, fundamente, se basa
en un esfuerzo: romper la dinámica que nos lleva a buscar
informaciones que únicamente coincidan con nuestras percepciones o a
considerar como válidos los argumentos o pseudo informaciones que
recibimos a través de las redes sociales.
Todos y todas recibimos
a través de las redes infinidad de informaciones, pero en función
del entorno cultural y político en el que nos movemos, son siempre
unidireccionales: o apoyo incondicional o ataque sin cuartel. Esto,
debería incitarnos a buscar informaciones fiables y contrastables
para, antes de darle al retwit o reenvío, buscar argumentos que
doten de veracidad a esos mensajes o informaciones. Si lo logramos,
estaremos avanzando, sin renunciar a la diversidad de opiniones
propia de la sociedad plural en la que vivimos , a un contexto
informativo mucho más veraz.
Los bulos, las mentiras
y los intentos de manipulación, por el hecho de ser reprochables
deben despertar nuestro espíritu crítico, más allá del impulso de
“contraatacar” vehementemente a esos mensajeros, pues el objetivo
explícito no es otro que socavar los pilares de convivencia y por
ende subvertir nuestro sistema político. La democracia, en general y
pese al buenismo, no es consenso. Sí es deseable el acuerdo, pero
como decía, en una sociedad plural y diversas, la democracia es el
mejor instrumento para congeniar, aunque sea temporalmente, las
diferentes opiniones y perspectivas vitales. Pero, en mi opinión,
para que nuestra democracia se refuerce ( no sólo en ésta situación
de crisis sanitaria, sino en general), el espíritu critico es
imprescindible, incluso ante nuestras propias percepciones.
Considerar que lo que dice el adversario, siempre es negativo, que
siempre va en contra de nuestras creencias; cuestionar o negar la
legitimidad, por ejemplo, de gobiernos legalmente constituidos y
elegidos socava, no solo nuestro sistema político, sino nuestros
fundamentos como sociedad. Pero claro, esa legitimidad sí hay que
cuestionarla cuando se contrasta la falsedad de los argumentos, de
ahí el esfuerzo en contrastar las noticias e informaciones: todas
las opiniones son legítimas pero no siempre válidas. Y pongo un
ejemplo para terminar.
Recibo un audio a través
de wasap, que afirma que hay un reparto selectivo de material de
protección para los políticos. De antemano lo rechazo pero de
inmediato me pongo a buscar en los medios de comunicación
informaciones al respecto. No lo encuentro, y me planteo lo
siguiente: ¿grabar un audio acusando al “enemigo” de estar, por
ejemplo, asaltando un almacén hospitalario?. Si difundiese ese audio
estaría entrando en el mismo juego, y por consiguiente, la decisión
es no reenviar ese mensaje, enviándolo a las plataformas de los
cuerpos de seguridad para que, si así se considera, se investigue.
Conclusión: final de una cadena de bulos.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada