EL BUCLE SOCIALISTA DEL CAMPELLO
La
agrupación socialista de El Campello parece haber entrado en un
bucle de difícil solución. La designación de candidato para las
pasadas elecciones municipales se dilucidó por apenas unos votos,
las sorpresivas primarias para la composición de la candidatura, más
de lo mismo, y la elección de dirección local, con empate
matemático. Lo cierto, es que sí podría atreverme a decir que ésta
es la peor de las crisis que ha atravesado el socialismo local. Y sin
caer en el catastrofismo, pero sí teniendo en cuenta el actual
escenario (donde somos y parecemos irrelevantes a nivel político e
institucional), los augurios para la nonagenaria agrupación son poco
halagüeños.
Tras
la conocida dimisión de la práctica totalidad de los miembros de la
dirección política local, se produjo el no menos conocido empate
entre los dos candidatos a la secretaría general. Lo lógico, o al
menos lo más racional, hubiese sido que ambos candidatos, valorados
los apoyos con los que en principio partían, hubieran iniciado un
proceso de dialogo, de conversaciones dirigidas a explorar vías de
solución a una situación que difícilmente tendría arreglo en una
asamblea donde cualquiera de los candidatos, ganando por dos o tres
votos, no habría adquirido la legitimidad para dirigir una
agrupación dividida y en peligroso proceso de autocombustión. Pero
la realidad es que solo una de las partes realizó ese necesario
intento de acercamiento encontrando en la otra una actitud
absolutamente negativa como si esperase una decisión de terceros
que, lejos de componer la cuestión, decantase la balanza hacia sus
intereses, sin importar un ápice lo que a la sufrida agrupación
socialista pudiera esperarle.
La
historia no es nueva. Ya en 2011, tras el empate en la asamblea para
la elección de la candidatura que debía concurrir a las elecciones
locales de ese año, se produjo una situación idéntica. Situación
que fue resuelta “manu militari” ( perdón por la exageración)
por la que era Secretaria General de la provincia, y hoy
excelentísima Consellera, Ana Barceló. La decisión de apoyar,
arbitrariamente, a una de las candidaturas pese al empate y sin
buscar un acuerdo, fue la forma más “eficaz” de quitarse de en
medio a elementos “indeseables” provocando la ruptura del partido
y la perdida de un cargo electo. ¿Será parte del bucle en el que
estamos inmersos nuevamente una decisión de éste tipo?
La
Agrupación Socialista de El Campello está bajo mínimos, y no solo
por la coyuntura de desafección que viven los partidos políticos,
sino por méritos propios. Desde la perdida del gobierno municipal,
allá por 1995, y habiendo encadenado derrota tras derrota ( ¿hasta
la victoria final?), la ausencia de análisis y, no digamos de la más
mínima autocrítica, nos fue alejando del papel que, en mi opinión,
sigue correspondiendo a la socialdemocracia local. Por historia, por
principios y valores y porque pese a vivir en una realidad
absolutamente endogámica, las ideas y propuestas de progreso
colectivo, de justicia social y de solidaridad siguen estando
vigentes y siguen siendo necesarias. Evidentemente, el mérito ( o
demérito) tiene nombres y apellidos, pero no voy a ser yo (¡quien
soy yo para señalar a nadie!) quien abra un debate que, por otro
lado, únicamente hurgaría en heridas, y no ayudaría a coser las
que, y a las pruebas me remito; siguen abiertas y supurando.
¿Cual
es la solución?. Pues la reflexión personal de cada uno de los y
las militantes sobre lo que quiere o pretende con su militancia: si
la irrelevancia o intentar recuperar el partido para volver a luchar
por nuestras ideas. Y una reflexión de los votantes, de los y las
simpatizantes, de esos miles de votantes que elección tras elección
siguen pensando que, al menos en el estado, los y las socialistas
todavía tenemos cosas que decir y que hacer, pero que cuando hay que
coger la papeleta del PSPV-PSOE de El Campello, no es que se lo
piensen, sino que simplemente no lo hacen ( ¿porque 3388 vecinos y
vecinas decidieron votar al PSOE el pasado 10N y sólo 1952 a la
candidatura municipal el pasado mes de mayo?).
Creo
que tras pasar la repetición de elecciones, la Comisión Gestora que
dirige circunstancial y temporalmente el partido tiene trabajo por
hacer, y espero que lo hagan bien, pese a que la agrupación
socialista de El Campello parece ( y es una impresión personal)
importar poco o nada a quienes dirigen el partido. Pero también los
y las militantes tienen mucho que reflexionar: si seguir en ese bucle
que, si nadie lo remedia se convertirá en un agujero negro que
devorará al partido, o ser verdaderamente militantes y buscar una
solución.
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