COHERENCIA



En comunicación electoral hay algunas (por así decirlo), normas de conducta. El respeto a la estrategia de conjunto está sujeta a unas reglas que cualquier estratega o profesional de la comunicación debe conocer. En concreto me voy a referir a la necesidad de replantearse las anteriores campañas electorales y, por consiguiente, las propuestas con las que se concurre. Yo añadiría otra: la coherencia. Y no suscrita en si a la campaña de comunicación, sino a la necesaria rendición de cuentas de los partidos que ha tenido representación política.
La política tiene dos componentes básicos: el descriptivo y el prescriptivo. O más concretamente, “el ser y el deber ser”, y esto requiere que, para plantear propuestas coherentes se debe analizar el contexto, no solo social, sino el de la propia organización o partido que las plantea.
Ese proceso de “rendición de cuentas” es consustancial a la democracia como sistema “in tempore”, en el que tras pasado el mandato legal, los partidos y candidaturas se presentan ante la ciudadanía presentando sus propuestas pero también rindiendo cuenta de lo hecho, y en ésto, el contexto electoral local es claramente deficitario pues se centra únicamente en el “deber ser” sin partir de una mínima autocrítica del “ser”. Y, como los medios de comunicación definen agenda, atendamos a los temas que “priorizan” y los planteamientos de los actores políticos.
Una de las cuestiones a las que deberá enfrentarse la nueva corporación será a la gestión de la piscina cubierta. El gobierno de coalición (Compromis, PSPV-PSOE, Podemos y un no adscrito) optó abiertamente por la gestión privada, a la que con algunos reparos técnicos se sumaron PP y Ciudadanos. Una única fuerza política (Esquerra Unida) planteó la gestión directa, presentando un estudio económico a través del cual demostraba las contradicciones del proceso abierto para ceder las instalaciones a la gestión privada. Pese a ello, el gobierno encabezado por el actual candidato de Compromis se negó a buscar alternativas, pero si buscó los apoyos que necesitaba en la derecha local. Ahora, parece que las cosas cambian un poco.
El Candidato de Compromis afirma que la instalación no puede permanecer más tiempo cerrada, esperando que la decisión del tribunal no sea la de suspender el proceso. El candidato del PP sigue apostando por una gestión privada, porque no “hay otra opción viable”. El candidato del PSPV-PSOE propone llegar con la gestión publica “donde se pueda” o en su caso una opción mixta indicando “sabiamente” que el Presupuesto municipal será primordial ya que se encuentra “desfasado”. Ciudadanos opta ahora por una gestión mixta, eso si, hasta que el procedimiento de concesión llegue a buen fin. El Candidato de Podemos habla del condicionante del PGOU y la “carga de trabajo que esto supuso para el consistorio” y a la ley de estabilidad. Desde Vox se habla de la creación de un Patronato, indicando que debería centralizar todo el deporte “sin depender de quien gobierne”. El candidato de la Plataforma Red simplemente dice que desconoce la situación y que lo que cabe es un informe de viabilidad por parte de la intervención municipal. Posiciones todas ellas legítimas, pero a las que como no podría ser de otra manera, me dispongo a apostillar.
El candidato de Compromis opta claramente por la privatización de la gestión, al igual que hizo durante su mandato, lo que nos indica que su actitud sería la misma y, por consiguiente, sus aliados, también serían los mismos. El PSPV-PSOE es más prudente, y guarda la ropa argumentando “hasta donde se pueda”, eso si, olvidando que la responsabilidad del “desfase” presupuestario es del que fuera el portavoz del grupo socialista y concejal de hacienda conjuntamente con el hasta ahora Alcalde. El PP tiene una posición inequivocamente ideológica: lo privado funciona y lo público no, al menos en los sectores susceptibles de obtener beneficio. Vox, propone un Patronato, que no es una idea descabellada, aunque demuestra que desconoce la administración: un patronato está presidido por el Alcalde o el Concejal en quien delegue, por lo que la supuesta despolitización es más que improbable. El candidato de Podemos es quien en mi opinión utiliza los argumentos más peregrinos: PGOU, carga de trabajo y Ley de Estabilidad: ¿como afecta la anulación del PGOU a los departamentos de contratación, intervención o personal?, ¿acaso no se ha tirado de bolsa de trabajo sin que la Ley de Sostenibilidad fuese un impedimento?. El Candidato de Red simplemente no se posiciona, pues el informe de intervención sería preceptivo si hubiese una propuesta política, pues ningún departamento establece las líneas políticas. Unicamente Esquerra Unida mantiene una posición clara: gestión pública. En mi opinión si existen vías de gestión sin sobrecargar el capítulo 1 (personal), tales como el asociacionismo laboral, pero de éstos menesteres ya he escrito profusamente.

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