¿DÓNDE ESTAMOS?
Esta
es la pregunta que he formulado a través de un correo electrónico a
la dirección de mi partido, tanto en la provincia de Alicante, como
en la Comunidad Valenciana y a la dirección federal: ¿dónde
estamos los y las militantes del PSPV-PSOE de El Campello?.
Y
lejos de parecer una pregunta retórica, es una preocupación que,
seguramente, algunos y algunas compañeros y compañeras y convecinos
comparten conmigo. En el contexto local, el PSPV-PSOE ha sido un
importante pilar en la construcción del municipio que hoy conocemos.
Desde el año 1983 a 1995 los gobiernos dirigidos por el PSPV-PSOE
dotaron a nuestro pueblo de infraestructuras y servicios de los que
carecía, situando a El Campello como un pueblo pleno y desarrollado. Bien es cierto que
muchas cosas se pudieron hacer de forma diferente, pero es necesario
situarse en el momento histórico en el que los y las socialistas
asumimos la dirección política de la administración local. Una
administración y un municipio carente de estructura, de la más
mínima organización social o administrativa por no decir de los
servicios mínimos que como comunidad local se precisaban. Servicios
urbanos, culturales, infraestructuras de todo tipo, han sido fruto del
trabajo de los y vecinos y vecinas de nuestro pueblo que confiaron a
las socialistas la dirección política de la administración local.
Pero si por algo se ha caracterizado el PSPV-PSOE a lo largo de su
historia es por un profundo cainísmo: compañeros contra compañeros,
hasta la situación actual. Y llegados aquí, ¿dónde estamos?.
Cuando
escribo estas palabras está por iniciarse una importante campaña
electoral: el gobierno de nuestro país y de nuestra comunidad
autónoma se dilucidan el día 28. Y los y las socialistas tenemos,
no solo la responsabilidad, sino la obligación moral de aportar
nuestro esfuerzo para hacer posible el liderazgo del PSOE y el PSPV
en nuestro país y nuestra comunidad. ¿Cómo?. Saliendo a la calle,
hablando con amigos, conocidos y vecinos, convocando a la ciudadanía
a conocer cuales son nuestras propuestas, dialogando y, por supuesto
asumiendo nuestros errores pero comprometiéndonos a rectificar con
el apoyo y la ayuda de la gente que cree que el progreso colectivo no
está reñido con lo individual. Y tenemos la obligación porque
militamos en un partido con más de ciento cuarenta años de lucha
por esos derechos colectivos. Pero parece que ésto es irrelevante o
secundario para la dirección del PSPV-PSOE de El Campello.
La
perdida de apoyo progresiva y constante, convocatoria tras
convocatoria electoral ha sido la tónica del partido socialista en
nuestro municipio. Evidentemente no es el lugar, aquí, en un
artículo de opinión, analizar las causas endógenas y exógenas de
esa deriva, pero en el momento actual, que la dirección del partido
no haya intentado movilizar a los y las militantes, llamándoles a
trabajar por el liderazgo progresista en nuestro país y nuestra
comunidad es, en mi modesta opinión de militante de base, no solo
una irresponsabilidad sino una deslealtad para con lo que significa,
más allá de las siglas, el compromiso con un proyecto político de
tan largo recorrido histórico y social como es el de nuestro
partido. Ni una sola reunión, ni un sólo acto público, ni una
llamada a las mujeres y hombres progresistas para sumar esfuerzos en
el objetivo del bien común que decimos defender los y las
socialistas. Por esto, ¿dónde está el PSPV-PSOE en El Campello?.
Cabe
la posibilidad de que el “efecto” general influya directamente en
el resultado de las elecciones del día 28, pero está claro es
que la ausencia de los y las socialistas en la calle, sí va a ser
percibido por la ciudadanía o al menos por una gran parte que
posiblemente, ante nuestra ausencia busque su representación a
través de otras opciones políticas. Y ésto, ¿cómo influirá en
los comicios locales?.
En
mi opinión, la dirección provincial, de País Valenciano y Federal
deberían tomar con urgencia decisiones, pues de lo contrario, un
partido que ha formado parte de la historia democrática de nuestro
municipio pasará a ser, o irrelevante, o simplemente algo del recuerdo, y
personalmente no estoy dispuesto a que esto suceda.
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