NUEVAS HERRAMIENTAS y 3



Comparto con Belén Barreiro su propuesta sobre la segmentación social que la crisis económica y la revolución tecnológica ha producido. En mi anterior texto de opinión, me refería a la estática que, respecto a los grupos sociales mantienen los grupos políticos en un ejercicio que en mi opinión denota el mantenimiento de las antiguas estructuras jerárquico-representativas, pese a que los diferentes grupos que conforman el gobierno municipal en minoría defendían la mejora democrática través de una ciudadanía más exigente y autoorganizada a través de las TIC. Pero la población "analógica", o la ciudadanía que por su edad o recursos no tiene un acceso cotidiano a los instrumentos de interacción no deben ser olvidados por la política.
Si echamos un rápido vistazo a los medios tradicionales ( tv, rádio y prensa en papel) podemos observar que, por ejemplo, el acceso a la tv comarcal es por invitación, celebrándose debates puntuales. No se realizan ruedas de prensa informativas a excepción de las necesarias para la presentación de eventos concretos. En cuanto a la radio local, y si exceptuamos a un grupo político que sí a apostado por un programa participativo, el resto parece haber excluido la posibilidad de informar e incentivar la participación a través de las ondas. En cuanto a la prensa escrita, se da un fenómeno parecido a la de la tv pero con mayor periodicidad. En puntuales ocasiones se recurre a las tribunas de opinión que ofrece el medio privado comarcal ( ¿porqué no existe una sección contratada por el gobierno local para informar sobre la actividad municipal en general, a modo de boletín informativo distribuido a través del periódico La Illeta?). Por lo tanto, la posible conclusión es que no existe una estrategia comunicativa dirigida a la ciudadanía "analógica", la cual sigue conformando su opinión sobre la política local de forma discursiva a través de la interacción social tradicional, interacción sujeta a los estereotipos construidos a través de la información generalista de los medios de comunicación de siempre ( fundamentalmente la televisión), algo que introduce igualmente un elemento "generalista" en cuanto a la concepción que éste sector de la ciudadanía tiene respecto a la política en general y por efecto contagio, a la local.
La función de los partidos queda salvaguardada por la leyes, pero en mi opinión, no podrán seguir actuando como hasta ahora, sobre todo aquellos partidos cuyos principios y valores giren en torno a representar a los más débiles o vulnerables. En éste caso, la preocupación no debe ser solo representar, sino también estar con la gente y aprender de las preocupaciones que esos ciudadanos y ciudadanas expresan.
Acceder al poder es un objetivo, pero las fuerzas políticas que realmente estén por un cambio, deben dotar de contenido a esa legítima intención. El reto es formar parte del debate, sin pretender capitalizarlo de forma sitemática, sino participando en igualdad, ofreciendo información rápida y fiable, siendo transparente en la toma de decisiones pero también en la explicación del porqué o porqué no. Evitando caer en la justificación, anticipándose, analizando e investigando el qué y el porqué de cualquier cuestión que pase en la sociedad y tenga una trascendencia colectiva. No se trata de construir eslóganes, sino de construir pertenencia en función de proyectos compartidos, no impuestos.
Evidentemente esto no supone vivir a expensas de la opinión pública coyuntural, sino tener en cuenta esas opiniones en el contexto de un proyecto político colectivo, flexible pero con firmes valores y principios. O eso, o la testimonialidad. O a lo peor: un espacio abierto para populismos que, a través de la alabanza a esa opinión pública coyuntural logren peligrosos espacios de influencia política.

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