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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: maig, 2025

¡Consume maldito, consume!

Que vivimos en una sociedad de consumo, no creo que sea un descubrimiento para nadie. Pero, ¿Cómo influye ese consumo de bienes y servicios en nuestra vida, necesitamos lo que consumimos o consumimos porque lo necesitamos? Y no hablo de la subsistencia: consumimos comida y agua porque es una necesidad vital, pero ¿tener el último modelo de iPhone o tal marca de zapatillas, o tal coche, es una necesidad real o impuesta? Desde una perspectiva crítica, el concepto de  sociedad de consumo, fue desarrollado por muchos sociólogos, psicólogos sociales, filósofos, aunque a mí la que me interesa es la perspectiva desarrollada por  Jean Baudrillard, filósofo y sociólogo en la década de los 70. Este pensador realizó una de las críticas más profundas a la cultura contemporánea, que, pese al paso del tiempo, no es que no esté desfasada, sino que es, en mi opinión, de plena actualidad. M, Baudrillard analiza cómo el consumo ha dejado de ser una necesidad para convertirse en un sistema...

ES EL CAPITALISMO; ESTUPIDO

¡Es el capitalismo, estúpido!. Esa frase, ya icónica y utilizada como argumento de huida por los defensores de las desigualdades, es una variación de la famosa expresión "Es la economía, estúpido", utilizada en la campaña de Bill Clinton en 1992 para resaltar la importancia de la economía en las elecciones.  Así que me viene al pelo para exponer una visión y una necesidad: el capitalismo hegemónico, no sólo en lo económico, y la necesidad de reaccionar  críticamente para, en lo posible, recuperar la esperanza en que otro mundo pueda ser posible. El filósofo británico Mark Fisher desarrollo una de las críticas más contundentes a la ideología dominante del capitalismo y a su enfoque y teoría me sumo a través de un término que el popularizó: el Realismo Capitalista. Esta teoría, resumida en ese término, representa una de las críticas más contundentes a la ideología dominante del capitalismo tardío. Su obra, Realismo Capitalista: ¿No hay alternativa?*, publicada en 2009, se...

ABANDONAR O LUCHAR CON ARGUMENTOS.

Algunas razones (mis razones, quede claro) del por qué los progresistas no deben abandonar determinadas redes sociales para, desde ellas, luchar contra la desinformación y la manipulación. En un mundo donde la información fluye a una velocidad vertiginosa determinadas redes sociales  siguen siendo las plataformas más influyentes para el intercambio de ideas y la formación de opiniones. Para los progresistas, abandonar este espacio sería un error estratégico, especialmente cuando la desinformación y la manipulación amenazan con distorsionar la realidad y polarizar a la sociedad. Permanecer no solo es una cuestión de resistencia, sino también una oportunidad para, huyendo en lo posible del insulto o la burla, colaborar con esa transformación de la sociedad por la que se apuesta ideológicamente. Las redes son un campo de batalla donde las narrativas falsas pueden propagarse rápidamente. Los progresistas tienen la capacidad de responder de manera inmediata, desmintiendo informa...